Bélgica propone un nuevo impuesto para ayudar a los afectados por la subida del precio de la energía
Bélgica ha propuesto un nuevo impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las eléctricas y de una contribución solidaria de las empresas de combustibles fósiles. Se trata de un plan ideado por Tine Van derStraeten, la nueva ministra de Energía de Bélgica, que pretende recaudar 4.700 millones de euros en 2022 y 2023. Concretamente, 1.800 millones el primer año, y después 2.900 millones, considerando que el precio de la energía actual se mantenga estable.
¿En qué consiste este nuevo impuesto?
Los Estados Miembros de la Unión Europea se reunieron a finales de septiembre para limitar la retribución a las tecnologías de generación de electricidad (nuclear, renovables y lignito) a 180 euros el MWh y para acordar la contribución solidaria de las petroleras del 33% de sus beneficios extraordinarios.
Este acuerdo de los 27 permite a los países que lo deseen ir un paso más allá en sus medidas del precio de la energía, siempre que sean parecidas a las acordadas conjuntamente.
En concreto el Gobierno federal belga considera oportuno bajar ese precio a 130 MWhentre principios de 2022 y finales de 2023. Por lo que la recaudación sería de 1.200 millones y 2.300 millones de euros respectivamente. También se debe tener en cuenta el impuesto de 1,5 céntimos/litro de combustible (carbón, petróleo, gas y refinados), ya aprobado en 2006.
Todo el importe recaudado se destinará a ayudar a las empresas y hogares afectados por la subida del precio de la energía, con el fin de suavizar la situación tan crítica.